Otro día

Cometí el error de la perfección, de crear algo perfecto e intervenir con la humanidad, tengo algo perfecto que no es legal, tampoco ilegal, no es ni blando ni duro, no es blanco ni negro, no tengo la mas mínima idea de lo que es, pero se que es algo y es perfecto, el saber es perfecto.

Detuve el tiempo otra vez y me fui a dar una vuelta por el puente orbital, no sabia donde dirigirme pero sabia que mis pies no me iban a abandonar. Entonces como una brújula sin letras tome un camino, un rumbo incierto. Me encontré raros vestidos de damas, casualidad que la vez anterior necesitaba. Después de unos sombreros que parecían escapados de una película de los 70, me los imaginaba en las cabezas de algunos o volando por los aires al ritmo de un tema de Credencee. No sabía por que motivo termine en un aparcamiento con un tipo que tenia dos espejos que no servían y no los podía romper, y era verdad, me miré en uno de los espejos y no veía nada, ni a mi mismo, luego probé el otro y me vi medio borroso, como si estuviera viendo con esos anteojos de mi abuelo que nunca limpia. No probé romperlos, simplemente di la vuelta y me fui, no quería verme mas, no quiero verme mas.

30 De Enero

Bueno, si me pongo a pensar no estuvo tan mal.. cerré los ojos y la vi, ahí estaba la maldita, bailando en las sombras de las estrellas ocultas tras las nubes de la noche que acompañan el goteo. No podía sostenerse en el viento, de mi mirada hablo, que sondeaba los costados y amigaba los estados uno tras otro y juntos hicieron la muralla que hoy encuentro tendida por el piso, ladrillo tras ladrillo, por el piso.

A mi lado los hombres caminan hacia dios. Sobre mi, la vida. Llena de entusiasmo vino ella a sacudir mis ordenes, mis luces, mi cordura se fue en un corte filoso de miradas inconclusas, descubrí que ella tiene mas poder sobre ella que sobre mi. Y que yo, con mas poder sobre ella, me quedé sentado mirándola. Me enfrenté al perro de la abstinencia, a la rabia de la impotencia, al cuadro incompleto de un pintor desganado, a las altas mentes, al carrusel que de chico solía visitar, que ahora ya no está. Y todo vuelve a girar en la rueda de mi vida.

30 de Junio

Es temprano, pero veo una sombra. La veo, la siento, la escucho, que dices?.... No me pidas eso.

21 de Mayo

Me encontré rendido a tus pies otra véz, no se que es lo que me gusta tanto de vos, debe ser por eso que me encants, que me encierras, que me endulzas. ¿Cómo haré para cerrar este circulo? Quizás sea demasiado lejos donde termina el cielo y comienza el mar, quizás no exista el cielo... A mis pies una calle apedreada, llena de pozos, el objetivo: Ninguno, la meta: ¿Quién sabe?



En el cielo no cabía una sola estrella esa noche, los colores empezaban a mezclarse y apestaban las ráfagas de viento de un calor que ya no está. Seis hilos de metal enredados bastaban para que mi cabeza se estrelle contra la pared una y otra véz. Una mesa vacía, cercana, temblaba y me invitaba a pasar sobre ella. Como un tifon fui y no dejé nada, nada... Hasta que me hice cargo. Salgo a caminar pero no encuentro las esquinas, encuentro una mesa. Entre buenos jugadores desafié a mi ser, hasta que encontré un lugar, que luego voló. Los dientes saborearon la miel una y otra véz, sedientos de tanto volver a empezar.

14 de Enero

Qué buenas que quedan las luces azules cuando las sombras de los ventanales que dan a las calles de la gran ciudad atraviesan las paredes de sello humeante.

¿Cuánto dura un segundo? ¿Cuánto dura menos de un segundo? ¿Cuánto es eso? Menos de un segundo, una reacción milimétrica, autista, sagaz, arriesgada, tenue. Tenue, como las gotas chorreaban esas pequeñas nubes que ya ni las veía. Luego vi las gotas, vi muchas de ellas. Todo era rojo, rojo de acá, rojo de allá, rojos mis sentidos, rojo el desafío, rojo el final. Las lamparas se movían acorde al lugar, las camas eran más altas y las canillas limpias y muchas cosas blancas...

Creo que esta fue la 3ra vez que me la cruzo... y esta vez vino más violenta, y no cargó solo contra mi. La voy a seguir esperando, de pie, como debe ser.

16 De septiembre

Ese atardecer cayó al mismo tiempo que yo. Sentía como cada palmada de mi mano me acercaba mas y mas a los infiernos, al sufrimiento eterno, a la desdicha de ser aquel que nunca quise ser, que una vez pude vencer y cerrarle los ojos para siempre. ¿Por qué tuvo que despertar? El deseo. El dulce sabor del deseo.

Las calles estaban llenas de piedras que al pisarlas se hacían tierra, mucha tierra, tierra movediza. En el pasto, bobas de alcatraz. De repente alguien sacude mis hombros y se va, pero vuelve, vuelve por mas. Caí al piso de un solo empujón y me levanté horas después, el cielo era rojizo. Y nevaba, nevaba como si nunca hubiese nevado. Nunca nevó, nunca me empujaron, nunca volví.

11 de Agosto.

Llueve o caen gotas del cielo? Eso es llover. A veces, cuando llueve no encuentro las llaves y no puedo salir. Quiero salir. A veces cuando llueve me subo al tren y veo la lluvia por la ventana. Que hermosa es. Hoy me senté en las rodillas de la luna y me contó todos sus secretos.

Cuando me descubrí las piernas en la niebla metí la mano en el bolsillo, había mucho polvo blanco como callendo del cielo, cerré los ojos y en dos minutos entro por los pasadisos de vida y se guardo en las caídas verticales de unas gotas de licor. La escena era un tanto codiciada por las mentes húmedas y atolondradas, los capitanes de las mesas escondían sus cartas. Al final, hubo lluvia de cristales, como los presentía.

17 de junio.

No sabía bien que era, sus pies estaban en el suelo y sus brazos se agitaban de arriba hacia abajo con una velocidad impresionante, parecía un colibrí. Segundos después ya no estaba en el mismo lugar, estaba en otro sitio, tal vez en otro país o en otra galaxia. Caminé esquivando piedras de oro que con su implacable brillo me cegaban la vista y todo se hacía cada vez mas claro, tan claro se fué poniendo hasta que mis palidos ojos se estrellaron con una pared blanca, toda blanca, era tan deseable. Mis manos trepaban sobre ella tratando de encontrar un final, me di vuelta y tenia otra pared blanca atras mio, quizás la misma, pero esta estaba mas lejos aun, tuve que correr unos pocos minutos para alcanzarla y que mis robustas manos trepen por ella. En dos parpadeos ya no estabamos ahi, nos hicimos uno. Voy a volver.